Aunque el verano es la época que tiene mayor afluencia de peregrinos, el otoño es un buen momento para realizar el Camino de Santiago. En esta estación los árboles migran de hojas por lo que podrás caminar en medio de increíbles paisajes otoñales, sobre todo en las rutas del Camino Francés, Camino Norte y Camino Primitivo.
Pros
- Mucha menos cantidad de peregrinos con mayor comodidad y libertad de movimiento.
- La temperatura suele ser agradable debido al cambio climático y resulta propicia para que las caminatas no se hagan pesadas.
- Más tranquilidad en los alojamientos debido a esa menor afluencia de peregrinos.
- Los días todavía no son tan cortos como en invierno.
Contras
- Se tiene menos tiempo para caminar o visitar localidades debido a que se reducen las horas de sol al empezar a hacerse de noche cada vez más temprano.
- Las lluvias suelen ser muy habituales.
- La mochila pesa más debido que se necesita cargar con más ropa ante las posibles inclemencias meteorológicas. El chubasquero será un imprescindible.
- Es más difícil encontrar compañía porque la gente no tiene vacaciones en esta época.
Se pude decir que el Camino Francés es el que reúne las mejores condiciones siendo la principal ruta durante muchos años que cuenta con mayor número de servicios para el peregrino.
Preparación
Debido a la gran probabilidad de lluvia el esfuerzo a la hora de caminar será mayor cuando exista barro. Para ello es recomendable entrenar con anterioridad, así como probar el calzado que se llevará durante la peregrinación. Se trata de evitar las insufribles ampollas estando totalmente prohibido estrenar las botas o deportivas durante el Camino de Santiago.
Fuente: Pilgrim
Entre las etapas de Sarria y Portomarín encontrarás el Albergue Mercadoiro para reponer fuerzas y descansar en un sitio privilegiado de la Ribeira Sacra.